Durante décadas fue una ejecutiva exitosa que hizo carrera en grandes compañías. Pero un día, Elaine St. James decidió dejar ese ajetrado universo corporativo atrás, para enfocarse en lo que realmente quería hacer de su vida: avanzar hacia una forma más simple de habitar el mundo junto a su marido.
Así fue como renunció a su trabajo, se mudó a una casa más pequeña en las afueras de la ciudad, dejó los grandes gastos de lado y se dedicó escribir. El resultado de ese proceso interno fue una serie de libros que se convirtieron en bestsellers mundiales y que, básicamente, brindan consejos para ayudar a otros a simplificarse.
El primero de ellos, Simplifica tu vida. Pistas para moderar la marcha y disfrutar de las cosas importantes, publicado por primera vez en 1994 y reeditado decenas de veces en distintos idiomas, ofrece 100 pasos para poner orden al caos creado por nuestras agitadas formas de vivir. De allí extrajimos estos 10 consejos elaborados por la autora estadounidense para acompañarte a descubrir cuáles son tus propias formas de hacer que toda la carga que llevás sobre tus hombros se vuelva cada día menos pesada. ¡Contanos cuál (o cuáles) vas a poner en práctica!
1. Reducir el desorden que nos rodea
Elaine asegura que un paso gigantesco en el camino hacia la simplicidad es eliminar las cosas que abarrotan nuestro hogar, nuestro auto, nuestra oficina y, fundamentalmente, nuestro universo personal, tanto a nivel material como simbólico. “Si algo de lo que llevas contigo no te sirvió en el último año, entonces dejalo partir», sostiene y destaca la necesidad de ser honestos a la hora de decidir qué sí y qué no queremos llevar.
2. Bajar a la mitad el tiempo de hacer las compras
Para quienes dedicamos mucho tiempo y esfuerzo en hacer compras (y también a veces demasiado dinero), la recomendación es encontrar una mínima organización, la que nos resulte más funcional. ¿Cómo? En primer lugar, realizando una lista en la computadora que podamos tener siempre a mano y que nos guíe a la hora de comprar, para determinar si de verdad son productos y objetos necesarios para nuestra vida.
3. Simplificar nuestro vestuario
Elegir menos prendas, especialmente de cortes clásicos y colores neutros, para evitar seguir el último grito de la moda renovando nuestros outfits cada temporada, es otra de las propuestas de este libro. Con un consejo especial para las mujeres, que solemos tener muchas más opciones que los hombres: “Mi consejo es crear un guardarropas sencillo siguiendo las pautas de cómo visten los varones”, señala la autora.
4. No sentirnos en la obligación de hacer tantos regalos
Tener una familia numerosa y muchos amigos significa que en ocasiones nos veremos tentados a comprar muchos obsequios, sobre todo en fechas especiales, como cumpleaños y Navidad. Para no sufrir con la búsqueda (y sentir que siempre gastamos en algo equivocado), la escritora señala la necesidad de encontrar algo significativo que no necesariamente sea costoso: puede ser un algo hecho o reciclado por nosotros, o una invitación a cenar o a pasar un día juntos, por ejemplo.
5. Sembrar una huerta en casa
La idea de cultivar lo que comemos de manera ecológica es otra de las propuestas para simplificar la vida. No hace falta tener demasiada extensión de terreno, alcanzará con unas macetas y el resultado será la satisfacción de consumir aquellos alimentos que hemos cuidado con nuestras propias manos y que hemos visto crecer día a día.
6. Dejar de gastar en cosas innecesarias
Tratar de saldar, poco a poco, las deudas, es otro paso hacia la simplicidad. Mantener a raya los consumos de la tarjeta de crédito o, incluso, prescindir de ella (¡y nunca pagar el monto mínimo!). Gastar cada vez menos en lo que no necesitamos y evitar salir de shopping por ansiedad, soledad o tristeza. “Cada uno tiene que determinar en qué momento los bienes y servicios dejan de hacer su vida más fácil y empiezan a convertirla en una carga”, destaca Elaine.
7. No convertirnos en esclavos de la agenda
Aunque no siempre sea posible, la autora recomienda trabajar en algo que nos genere cierto placer, además de dinero. “Pocas cosas nos complican la vida como pasar ocho o diez horas haciendo un trabajo que no nos gusta o haciendo algo que no queremos hacer”, describe y asegura que a la hora de simplificar su vida su mayor descubrimiento fue que la decisión de trabajar menos horas no afectó su productividad, sino al contrario.
8. Despegar de las pantallas lo máximo posible
Si bien la tecnología nos ayudó a aliviar muchas áreas de nuestra vida, las pantallas (a través de los contenidos digitales de plataformas y redes sociales) quitan tiempo y complican rutinas. ¿Cómo alivianar esa carga? Un hobby, un libro y una actitud contemplativa harán más llevadero el descanso. “Considerá si el hábito adictivo de mirar dispositivos electrónicos contribuye a que te sientas más vivo e independiente”, propone Elaine.
9. Modificar nuestros hábitos
A la hora de simplificar, introducir hábitos saludables es fundamental. Lo ideal es comenzar incluyendo más alimentos naturales y menos procesados. Mantenernos activos también es muy importante, pero no hacen falta entrenamientos extenuantes ni elementos costosos para entrenar. “Caminar no requiere ningún aparato caro, ni ropa nueva, ni asociarse a clubes y es uno de los mejores ejercicios que pueden practicarse”, nos dice.
10. Cultivar nuestra interioridad
Llevar una vida más simple incluye tanto los aspectos materiales de la existencia, como también el manejo de las emociones y de las relaciones humanas. Pero, sobre todo, significa que debemos trabajar en la relación que tenemos con nosotros mismos. Por eso, es importante aprender a disfrutar de la soledad y a discernir cuándo de verdad necesitamos compañía y cuáles son los vínculos que nos hacen bien y que queremos ver crecer a través de los años.
✨ Y un plus ✨ Otra recomendación de la autora es levantarse una hora antes cada día para dedicarla a algo que no sea trabajo (ni profesional ni doméstico) y hacerla rendir como “tiempo adicional” disfrutándola en algo que cause bienestar, como por ejemplo saludar al amanecer, contemplar el cielo, los pájaros y los árboles, leer, escuchar música y, especialmente, practicar yoga y meditar. Y así como madrugar puede ser un espacio magnífico para el encuentro con uno mismo, ir a la cama temprano, al menos una vez por semana, resultará reparador para alivianar el peso de la rutina y de la vida.
Hola. Buenas propuestas para simplificar nuestra vida. Muchas ya las pongo en práctica hace unos 10 años. Me cuesta limitar los regalos. Amo regalar. Buscar algo original, pensarlo para cada quien. Se me hizo más fácil ser constante cuando me jubilé y ahora que trabajo más esporádicamente. Soy consciente de que muchas de esas pautas no las reconocía o no las practicaba por autoexigencia y autocrítica exagerada en lo laboral y familiar. El «plus» me acompaña desde 2012 cuando transité un tratamiento oncologico y reforzado desde 2016 por una situación similar. Hacer parte de mi vida ese inicio cada día me sana y ayuda muchísimo. Agradecida.
Nos alegra saber que te aportan valor estas propuestas, gracias por compartirnos tu experiencia de vida!