Aquí, ahora y así: un romance con el presente

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Días atrás compartimos junto a Marina Lisenberg, psicóloga y capacitadora en Mindfulness, un encuentro sobre mindfulness (atención plena) e intuición. Y entendimos que cuanto más presentes estemos, más podremos escuchar lo que nos dice nuestro interior.

Hoy vivimos agotados. Sentimos que no llegamos con nada. Nos distraemos en las redes sociales. Decimos que el tiempo no alcanza. Pero ¿no tenemos ocho minutos al día para sintonizar con nosotros mismos? ¿No podemos hacer un “pido gancho” a las obligaciones cotidianas para resetear nuestra capacidad de estar presentes?

Solo se trata de apoyar la atención en el cuerpo y los sentidos para despejar el barullo mental (al ejercicio práctico pueden verlo en el taller que dio Marina, haciendo clic acá).

“Las circunstancias actuales pueden desafiarnos a que perdamos el eje. A que quedemos subsumidas en la desesperación o en la angustia. A que disociemos la mente y los pensamientos de la posibilidad de registrar las señales que nos va dando el cuerpo, lo no racional, la forma sutil en la que la intuición nos golpea la consciencia”, explica Lisenberg.

¿Qué lugar ocupa aquí el mindfulness?

  • Nos puede ayudar a decidir a qué le vamos a prestar atención, y hacia dónde dirigir nuestra energía.
  • Nos permite despejarnos, desacelerar la actividad mental, y escucharnos con más atención (lo que fortalece el autoconocimiento, y la intuición).
  • Mejora la concentración y el foco. Nos da la posibilidad de estar en sintonía con lo que sea que elijamos (por ejemplo: si decido ver una serie, solo me dedico a hacer eso, y no estoy chequeando Whatsapp al mismo tiempo).

¿Un dato más? La atención plena es una práctica, se entrena. Y tal como dijo Lisenberg aquella tarde de taller, se trata de un romance con el presente tal y como estamos. Por eso es tan importante que nos propongamos entrenar este hábito de cultivar la presencia.

Acá les dejamos 10 ideas para seguir profundizando en el tema, y para que tengan siempre cerca cuando necesiten volver al centro.  

1. La intuición tiene que ver con un saber propio que muchas veces está como dormido o anestesiado.

2. La intuición puede llegar a ser una gran guía. Pero para poder aprovecharla, requiere que la diferenciemos muy bien del mundo racional. Porque lo intuitivo tiene que ver con un despegue de la lógica y los pensamientos. Y requiere de nosotros un estado de cosnciencia que surge de prestar atención, con intención y curiosidad.

3. Para acceder a nuestra intuición necesitamos liberarnos del miedo, de los juicios, de los preconceptos, de lo que piensan los demás; y aprender a ser fieles a lo que sentimos.

4. ¿Cómo asoma la intuición en nuestra vida? Puede ser que la reconozcamos por la piel de gallina, o alguna sensación en el pecho, o en la panza. O porque cambia nuestra respiración. Hay que estar atentos a estas sutilezas, ya que cuando no las escuchamos, el cuerpo grita con síntomas: dolor de cabeza, indigestiones, alergias, angustia.

5. ¿Nos damos tiempo para detenernos y saber de nosotras mismas? ¿Nos sentamos en algún momento a tomar un café y disfrutar de ese tiempo?

6. Prestarle atención a la respiración es una forma fabulosa de conectarnos, de desacelerarnos, de restaurarnos. La idea es que podamos sintonizar con el ritmo propio, que a veces hasta desconocemos.

7. Tomarnos un rato para registrar la respiración, nos ayuda a pausar y reconocer lo que está pasando. Y esa pausa consciente ayuda a despejar la intuición. Tenemos que empezar a saborear la experiencia del registro interno: si tengo sed, sueño, hambre.

8. Hay que buscar tiempo para dejar de hacer, de monitorear, de querer resolver. Tiempo para estar y conectar con el cuerpo en tiempo presente. La idea es que cuerpo, mente y espíritu se reúnan conscientemente.

9. El bienestar depende más de cuán presente estás en la actividad que estás haciendo, que de la actividad misma (una mente que divaga se asocia a la infelicidad). ¿Cuánto tiempo dedicamos a conectar con eso que para nosotros es valioso?

19. La atención es selectiva. Es mentira que podemos tener muchas ventanas abiertas al mismo tiempo. Nos sirve elegir a qué tarea le vamos a prestar atención y no estar con ese multitasking que agota.

Y para cerrar, una idea que nos quedó resonando mucho:

“Del presente y la atención, nace la intuición”.

Pueden ver el video del taller acá: t.ly/W_Eax

Más info:
Marina Lisenberg
IG: @attentiamindfulness
Web: www.attentia.com.ar

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