Elisa Chapado: «Debemos volver a escuchar los verdaderos deseos del cuerpo y el alma»

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“La alimentación intuitiva es poner la alimentación (incluyendo hábitos, rituales y prácticas holísticas), a favor de nuestras necesidades físicas, mentales, emocionales, espirituales y energéticas, momento a momento”, dice Elisa Chapado, nutricionista, coach ontológica, profesora de yoga, e instructora del método Heart Breath™. Y para despertar todo lo maravilloso que hay dentro nuestro, nos propone reconectar con la abundancia del cuerpo, la sabiduría de la ciclicidad y la medicina del alimento.

–Elisa, ¿cómo definirías a la intuición?

–Siento que es la conexión con la sabiduría innata que tenemos por el simple hecho de vivir esta experiencia humana. Es algo que nos pertenece, y que surge como resultado de la unión de todos nuestros cuerpos: físico, mental, emocional, espiritual y energético.

–¿Qué punto de encuentro hay entre la intuición y la alimentación?

–Nacemos siendo comedores intuitivos. Tenemos el instinto de acercarnos al pecho de nuestra madre, como primer impulso para recibir el alimento y mantenernos con vida. Así sucede a lo largo de toda la vida: comer es nuestro medio para estar en ella. El cuerpo sabe por naturaleza qué alimentos necesitamos momento a momento: los que son más nutritivos, los que dan soporte al hígado y a los intestinos, incluso lo que nos pide cuando sentimos sed. Pero debemos escucharnos con atención.

–¿Qué necesita el cuerpo para conectarse con su intuición?

–La intuición nos pide regulación. A un cuerpo que no se encuentre en estado de calma y relajación (al menos en ciertos momentos del día), le es prácticamente imposible escuchar su intuición. Justamente para esto, es necesario hablar su lenguaje sutil. Un lenguaje que nos invita a la suavidad, a estar en la naturaleza, a comer todo el alimento medicina de la tierra, las frutas, las plantas. Un lenguaje que nos invita al sentir, en todos sus matices, confiando en que cada emoción es pura información.

–¿Qué espacios/rutinas/hábitos pueden ayudarnos?  

–Los espacios de acercamiento a nuestra intuición pueden ser variados y van a ir dependiendo de la experiencia propia de la persona a lo largo de su vida. Una práctica muy hermosa para mí, es empezar a “romantizar cada momento de la comida”.

–¿Cómo sería?

–Como mujeres aprendimos que el alimento era una fuente de control, un enemigo al cual había que mantener controlado con esfuerzo para que no nos modificara el cuerpo. Aprendimos a odiar nuestro cuerpo, a reprimir sus emociones y a sacarnos el placer (sobre todo el placer de habitarlo y el placer de alimentarlo). Alimentarnos con romance, con amor, con alegría, es una forma de RECIBIR a la intuición, de recibir energía, nutrientes, seguridad, amor. Romantizar nuestra alimentación nos reconecta, nos despierta, nos devuelve a casa, nos sana, nos regula, nos alimenta. Es un largo camino, pero sin dudas vale la vida. 

–¿Qué pasa en el caso de los atracones, por ejemplo? Pienso que el “seguir nuestra intuición” puede llevarnos a “comer todo” sin registro. ¿Cómo es acá?

–En realidad, en estos casos no sería la intuición la que nos guía, sino mecanismos adaptativos creados para “gestionar” la emoción de alguna manera. El cuerpo siempre quiere protegernos (aunque muchas veces esos mecanismos no nos hagan bien a largo plazo). Los atracones tienen una inteligencia muy maravillosa: son mecanismos de protección, por lo que cuando aparecen necesitamos llegar a la raíz de esa conducta para transformarla. Recién ahí podremos volver a reconectar con nuestra intuición y escuchar los verdaderos deseos del cuerpo y del alma.

–¿Por qué los atracones son mecanismos de protección? ¿De qué nos protegemos?

–Porque quizás fue la forma que encontró el cuerpo para relajarse cuando sentir lo que había que sentir era muy intenso y desafiante. El atracón viene a convertirse en una especie de anestesia para no sentir. Aunque también puede deberse a un déficit de nutrientes en la alimentación, así como también a otras cuestiones psico-emocionales. Pero muchas veces es nuestra vía de escape, una protección por no tener el espacio seguro para sentir. Y en él está sumamente involucrado el sistema nervioso.

–¿Y por qué “nos la agarramos” con la comida?

–Sucede con la comida porque es uno de los primeros medios de gestión emocional que tenemos cuando somos niños. Ante cualquier emoción/sensación/acción había una comida que calmaba. ¿A quién no le dieron comida después de haberse caído de la bicicleta o después de ir al dentista?

–Muchas veces pensamos que lo mejor es “no escucharnos”, porque nuestra estructura mental puede llevarnos a tomar malas decisiones en cuanto a la alimentación. ¿Cómo lo ves acá?

El tema de los trastornos alimentarios, al igual que la ansiedad, es complejo y requiere ser tratado con suavidad, amor y paciencia. Entran en juego muchos mecanismos: desde el sistema nervioso, el trauma corporal, la exigencia, el perfeccionismo, la no escucha. Una vez más, tengo la certeza de que nos fuimos alejando de la intuición y de nuestra propia soberanía, crecimos creyendo que era mejor no escucharnos, y que otra voz tenía más poder sobre lo que deberíamos ser/hacer (en vez de sentir lo que el cuerpo necesitaba). Por eso creo que hoy nos cuesta tanto.

–En una reunión de sumario en Sophia, alguien dijo que si queremos ponernos en contacto con nuestra intuición debemos habilitar un escenario para que esto suceda. ¿Cómo alimentamos ese lugar? 

–Lo que dijeron es que es importante escucharnos y elegir. Y coincido al cien por ciento. Crear espacios de reconexión y regulación es un paso vital para ponernos en contacto con nuestra intuición. Podemos tener en cuenta algunas de estas ideas:

·       Sumar cada vez más alimentos naturales. Si el alimento que incorporamos a nuestra vida se siente suave, fresco, liviano, conocido, fácil de digerir, el cuerpo puede aprovecharlo sin sobresaltos, generando más fluidez y armonía en cada parte del cuerpo.

·       Disminuir todo lo que nos estimule, como el café, el mate, el alcohol, las bebidas azucaradas, los ultra-procesados.

·       Elegir prácticas de regulación, como el movimiento corporal, la respiración y la meditación. También movernos cíclicamente en sintonía con nuestro ciclo menstrual, descansar, reducir estímulos de pantalla por la noche, tener una rutina suave y consciente.

·       Comer tranquila, sentada.

–Eli, ¿cómo se relaciona la alimentación con los ciclos femeninos?

–Siempre digo que el ciclo menstrual es el portal para crear una vida alineada al corazón, y crear hábitos amables para el cuerpo. Fuimos programadas para seguir un ritmo sin saber escuchar lo que el cuerpo necesita, por lo que reconocernos ser “cuatro mujeres en una” cada mes, nos parece una utopía, aunque lo somos.

–¿Podés ampliar esta idea?

–Como mujeres tenemos un ritmo infradiano de 28 días, a través de los cuales atravesamos cuatro fases, con fluctuaciones hormonales que repercuten a nivel de la alimentación, del hambre y la saciedad, la digestión, el sistema nervioso, el sueño, la manera en que creamos, nos inspiramos, e incluso nos vinculamos, es sumamente fascinante. Hace pocos meses se confirmó, a través de un estudio científico, que el cerebro de la mujer (la materia gris y blanca) fluctúa a lo largo del ciclo menstrual.

–¿Podrías detallar brevemente las características principales en cada etapa del ciclo menstrual? (Cómo nos sentimos y qué se recomienda elegir en alimentos).

·       La fase menstrual es el momento del sangrado. La energía es baja (claro, estamos desprendiendo un tejido: el endometrio), y por eso el cuerpo necesita descanso, ir a un ritmo más lento y suave. La alimentación va a tener el propósito de nutrir para recuperar nutrientes, y aportar anti-inflamación para aliviar dolor.

·       Luego tenemos las fases preovulatoria y ovulatoria del ciclo. En este momento empiezan a aumentar los estrógenos (hormonas yang) que nos dan energía y vitalidad. Tenemos más fuerza, más creatividad, más energía. Es un buen tiempo para socializar, inspirarnos y crear, así como para movernos y salir al aire libre. Desde la alimentación, el propósito será sostener y acompañar al hígado y a los intestinos para que puedan depurar y filtrar correctamente hormonas y toxinas, a fin de mantener un ciclo menstrual en armonía.

·       Sigue la fase premenstrual, una de las más largas del ciclo, y para mí, la que mayor información nos trae. Aquí nos encontramos con nuestro mundo interior. Los estrógenos empiezan a descender, por lo que la energía baja. También disminuye nuestra producción de serotonina y dopamina, razón por la cual podemos experimentar emociones más intensificadas. Honrar esta fase trae mucha liviandad al ciclo en general. El cuerpo nos pide comer más, y necesitamos sumar alimentos diuréticos para evitar retención de líquidos y dolores e inflamación durante la menstruación.

–¿Qué pasa en los casos de mujeres en fase menopáusica o sin útero u ovarios?

También poseen, por naturaleza, una ciclicidad femenina. Sé que resulta muchas veces desafiante, porque vivimos en un mundo donde se promueve una constante cultura “anti edad”, y parecería que las mujeres en ciertas fases o sin útero u ovarios no tienen derecho a ser cíclicas. Pero la cuestión es que lo son. Cada caso es particular, y lo que buscamos es a través de diferentes herramientas holísticas honrar los ritmos femeninos. También incluimos alimentos que potencien el bienestar, y suplementos, movimientos y hábitos para conectar con el cuerpo, la mente, el alma y las emociones. 

–¿Por qué es importante integrar cuerpo, mente, alma, alimento y ciclicidad?

–Porque somos seres íntimamente interconectados. Cada célula de mi cuerpo tiene información de todas las demás, y lo que sucede en una parte se ve reflejado en otra. Como mujeres poseemos una medicina reguladora fascinante que es nuestra ciclicidad. Honrarla trae mucho bienestar, liviandad y suavidad a nuestra vida.

–¿Qué consejo nos das para poder conectarnos cada vez más con nuestra intuición?

–Si tuviera que elegir solo uno sería: pasá tiempo con vos. Conocete, explorate, cuestionate, mimate, permitite descansar, agredecete, date amor.

–¿Tenés algún posteo de IG relacionado al tema que quieras compartir?

–Sí, este: https://www.instagram.com/p/CvxLg5ftana/

–Eli, contame de tus próximos talleres y modalidad con las sesiones individuales.

–Hace unos días lancé un programa online de tres meses sobre digestión, ciclicidad y sistema nervioso. Se llama “The Reset Cycle”, e inicia el 9 de abril. Además, doy sesiones 1:1 de coaching en nutrición holística & ciclicidad femenina (online). Y tengo el programa “Ciclicidad Consciente” (grabado), que se adquiere por única vez, y es sobre entrenamiento cíclico y alimentación. Por último, estoy brindando procesos de sistema nervioso y trauma a través del método “Heart Breath Method”, que es una técnica de respiración somática.

Más info:
IG: @elisachapado
Mail: chapadoelisa@gmail.com
Web: https://elisachapado.tiendup.com/page/home
The Reset Cycle: https://elisachapado.tiendup.com/page/the-reset-cycle-digestin-sistema-nervioso-ansiedad-trauma-ciclicidad

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